“UN CORAZÓN RENDIDO” – DR. CLAUDIO FREIDZON

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El corazón orientado en la voluntad de Dios, es un instrumento de bendición en sus manos.

La Biblia nos habla que “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien. Esto es a los que conforme a su propósito son llamados”. [Rom. 8:28 RV60]

Los que caminamos según el propósito de Dios diariamente, obtenemos como resultado el deseo de amarlo.

¡Qué bueno es asistir a una reunión de la iglesia y entender que hay un Dios que nos ama, que tiene un plan para nuestras vidas y que nosotros, como fruto de esa relación que produce el Espíritu Santo en nuestros corazones tenemos el deseo de caminar con Él!

Cuando uno ama a Dios, aún los problemas, las adversidades, lo que no entendemos; tenemos la certeza que todo opera bajo el control de su propósito.

¡El Señor es nuestro pastor que no nos deja, y nuestra fuerza que nos levanta!

En lo cotidiano debemos tener esa disposición a la consagración.

Aunque habitamos en una sociedad sin fe en Dios, no vivimos conforme al estilo de vida de aquellos que no tienen fe. No estamos aislarnos al trato social y cotidiano, la santidad y la consagración no consiste en aislarse, sino es mantener la pureza en medio del mundo.

Un claro ejemplo de ello se da en los peces de mar que, no obstante viven en agua salada, su carne se mantiene dulce.

El arrepentimiento, es el instrumento que nos sirve para reflexionar sobre nuestras conductas y enderezar nuestro caminar conforme a la voluntad de Dios.

El libro de Jonás nos muestra el corazón de un hombre lleno de orgullo que desobedeció inicialmente la orden de ir a predicarle a una ciudad de la cual Dios mismo tenía compasión. 

El proceso de ir contrariamente a los planes del Señor, retrasa nuestra bendición pero no detiene su mandato.

Muchas personas caminan en forma alejada de los planes que Dios tiene para sus vidas, sin  conocer sus grandezas y maravillas.

Así como Jonás hizo caso omiso; tuvo que hundirse y ser devuelto a tierra desde el vientre de un gran pez, así el hombre muchas veces, decide alejarse para ser rescatado luego por la misericordia del Señor

Pero el corazón rendido a Dios nos ocupa, nos reúne, nos congrega, nos hace buscar en profundidad los propósitos diseñados para cada uno de nosotros.

Cuando alguien está rendido; está consagrado, y alcanza la misericordia de Dios; recibe el favor de Dios, como Jonás.

Estaba hundido…estaba perdido, estaba equivocado y luego al arrepentirse el Señor le dio una nueva oportunidad.

El Señor renueva su misericordia cada día sobre nosotros, cuando haya en nosotros un corazón permeable a su voz; un corazón rendido.